Depresión

 

Un mensaje desde el corazón

La depresión me ha visitado más veces de las que quisiera. Pero también me ha mostrado que hasta en las noches más oscuras, existe la posibilidad de una pequeña luz. A veces, esa luz llega en forma de palabra, de abrazo, de fe… o de escritura.

Si tú estás pasando por esto, quiero que sepas que no estás sola. Y si conoces a alguien que crees que lo está viviendo, no le preguntes si «está bien» —pregúntale si necesita que lo acompañen un rato.

La tristeza no siempre se nota. Pero tu gesto, tu escucha o tu texto pueden ser la diferencia para alguien. Como este artículo, que nace de mi tristeza, sí… pero también de mi esperanza.

La tristeza que no se ve.

Hay dolores que no hacen ruido. Son silencios que pesan, días que se arrastran, sonrisas que ocultan tormentas. La depresión muchas veces no se nota a simple vista, y, sin embargo, afecta a millones de personas en el mundo. Yo misma la he sentido como una sombra que se cuela sin permiso… por eso decidí escribir esto: para quienes la sufren, para quienes la disimulan, y para quienes no saben cómo acompañar.

Hablar de la depresión es valiente y necesario. A veces se presenta como un susurro que apaga la motivación, otras veces como un peso que cuesta llevar… y aunque a menudo se vive en silencio, no estás sola.

La depresión no es solo tristeza —es un estado complejo que puede afectar el cuerpo, la mente y las emociones. Muchas personas sienten culpa por no poder «salir de ella» fácilmente, pero no es una cuestión de voluntad: es algo que merece comprensión, acompañamiento y, cuando es posible, apoyo profesional.

Muchas personas ocultan su depresión detrás de sonrisas amables o respuestas automáticas como «todo bien».

 También puede abrir una grieta por donde entra la luz. A veces, de los momentos más oscuros nacen procesos creativos profundamente poderosos. Se dice que el poeta guayaquileño, Medardo Ángel Silva, era un tipo deprimido, y sus mejores poemas salieron de los momentos más oscuros de su vida, como el poema «El alma en los labios», que lo escribió para su amada dos días antes de suicidarse.

Cuando de nuestro amor, la llama apasionada, dentro tu pecho amante, contemples ya extinguida; ya que solo por ti la vida me es amada, el día en que me faltes, me arrancaré la vida.

Cuando hablamos de la depresión desde lo personal, ya no es una definición de libro… es una experiencia vivida que puede sentirse como niebla, como vacío, o como un cansancio del alma difícil de explicar. A veces viene en olas, y otras veces es una sombra que permanece incluso en los días soleados.

Tal vez haya momentos en los que todo lo que una quiere es desaparecer un rato, o simplemente descansar de sentir tanto. Y, aun así, sigues aquí. Eso ya dice mucho. Tal vez te has sostenido con pequeñas cosas: una frase que te tocó, una canción que te abrazó, o una persona que te escuchó sin intentar «arreglarte».

La depresión real es una experiencia muy dura para muchas personas, y por eso es importante tratarla con respeto y sensibilidad.

Un mensaje final

La depresión no define a nadie. Es una experiencia, no una identidad. Y aunque a veces parezca que no hay salida, siempre hay una rendija por donde entra la luz.





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