Voluntad que se levanta

 

«La voluntad no se trata de no caer. Se trata de pararse una vez más.»

A menudo pensamos que la fuerza de voluntad es sinónimo de perfección: mantenerse siempre firme, sin tropiezos, sin dudas. Pero esta frase nos invita a cambiar esa visión.

La voluntad no se trata de evitar la caída, sino de qué hacemos después de ella.

Caer es humano. Lo hacemos por cansancio, por miedo, por dolor o simplemente porque la vida nos empuja. Pero la verdadera voluntad no se mide en la ausencia de caídas, sino en la decisión consciente de levantarnos una vez más.

Cada vez que te pones de pie, aun con las rodillas temblorosas y el corazón herido, estás ejerciendo esa fuerza interna que nada ni nadie puede arrebatarte: la voluntad de seguir.

Hay varios versículos en la Biblia que reflejan profundamente esa idea de la voluntad como fuerza para levantarse después de caer. Y nos hace referencia de que: «El justo cae, pero se levanta… y el amanecer siempre lo espera.»

Aquí te comparto algunos.

«Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse; más los impíos caerán en el mal.»

Proverbios 24:16

 «El Señor sostiene a todos los que caen, y levanta a todos los oprimidos.»

 Salmos 145:14

«No te alegres de mí, enemiga mía; porque aunque caí, me levantaré; aunque more en tinieblas, el Señor será mi luz.»

Miqueas 7:8

Demos una mirada desde Proverbios 24:16

«Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse; más los impíos caerán en el mal».

Esta poderosa afirmación bíblica nos recuerda que la verdadera fortaleza no está en evitar la caída, sino en la capacidad de levantarse una y otra vez. La voluntad no es perfección, es perseverancia. No es ausencia de tropiezos, es decisión de seguir caminando.

Caer no te hace débil, quedarte ahí sí

La vida nos enfrenta a pruebas que nos hacen tambalear. Podemos caer por cansancio, por miedo, por errores o por circunstancias fuera de nuestro control. Pero el justo —aquel que busca vivir con integridad— no se define por sus caídas, sino por su determinación de levantarse.

La voluntad como acto de fe

Levantarse no siempre es fácil. A veces duele más que la caída misma. Pero cada vez que lo haces, estás afirmando que tu historia no termina ahí. Estás diciendo: “Esto no me va a detener”. Esa es la voluntad que transforma, que sana, que renueva.

Para pensar:

·         ¿Qué caída reciente te ha hecho dudar de tu fuerza?

·         ¿Puedes verte como alguien que, a pesar de todo, sigue eligiendo levantarse?

·         ¿Qué parte de ti necesita hoy un acto de voluntad para volver a empezar?

Levántate. No porque no hayas caído, sino porque aún tienes mucho por construir. Esta es la verdadera voluntad.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Carmen, guerrera, escritora.

Las palabras tienen poder

Sinopsis del libro Zamba